La economía española empieza el 2023 en camino hacia la recuperación post pandemia: Termómetro Lyseis de la pyme - LYSEIS

La economía española empieza el 2023 en camino hacia la recuperación post pandemia: Termómetro Lyseis de la pyme

Ha pasado un mes desde que el 2023 llegó a nuestras vidas y la salud económica ya está dando algunos signos de mejoría. Entre ellos, el crecimiento del PIB en el último cuatrimestre de 2022 y a nivel global en este último año. Aunque la incertidumbre va a seguir siendo clave este año para las pymes españolas. Con todo ello, nos preguntamos: ¿qué perspectivas económicas tienen las pymes para este nuevo año? Así ha evolucionado nuestro termómetro Lyseis de la pyme desde nuestro último blog del pasado diciembre.   

  • PIB

El Instituto Nacional de Estadística (INE) adelantó recientemente que la economía española creció un 5,5% en 2022. Así, superó todas las estimaciones dadas por organismos de referencia como el Fondo Monetario Internacional (FMI). Según esta institución, que incluso había elevado su predicción, el PIB español iba a alcanzar el 5,2% de crecimiento. Con este 5,5%, las pymes han mostrado su fortaleza frente a la incertidumbre y la crisis de la inflación. Pese a que este 5,5% final resulte ser una buena noticia y pueda indicarnos resultados óptimos para este nuevo año, la cautela puede ser lo más recomendable. El FMI apunta a que en 2023 el PIB aumentará al 1,1%. La Fundación de las Cajas de Ahorro (Funcas) prevé también una caída en el primer trimestre del 2023, pero espera un ritmo de crecimiento del 0,4% para el resto del año. Además, el Banco de España coincide con las estimaciones de Funcas y el Consejo General de Economistas de España sitúa el crecimiento para el 1,5%.

  • Inflación 

A estas alturas, desde Lyseis consideramos que la inflación se ha vuelto un problema estructural. No solo para España, sino para muchos países del orden europeo y mundial. Un problema que, al principio, se centró en el gas y carburantes y ha acabado influyendo a la mayoría de bienes y servicios. Por consiguiente, afectando notoriamente a todo tipo de actividad empresarial. Según los últimos datos compartidos por el INE, puede observarse una doble vertiente. Por un lado, la inflación se situó en enero en el 5,8%. Su nivel más bajo desde noviembre del 2021. Esta tendencia a la baja ayuda a aliviar los costes de las pymes españolas. Por otro, la inflación subyacente, que excluye la energía y los productos frescos, se elevó hasta el 7,5%. Esto afecta al consumo y a la capacidad de gasto de la población. Lo que incide directamente sobre las ventas de las empresas. Por el momento, parece que la inflación subyacente continuará más elevada que el índice general. El quid de la cuestión es durante cuánto tiempo seguirá siendo así. Entre otros, dependerá de la evolución de los salarios. Para saber más en profundidad sobre este apunte, leer el apartado de reforma laboral de más abajo.  

  • IPC

Los últimos datos de este indicador parecen direccionar las previsiones a buen término. En noviembre, el Índice de Precios de Consumo se redujo una décima por debajo de lo esperado hasta el 5,7%. Para 2023, se espera que esta tendencia a la baja se prolongue y permita compensar parte del contexto económico global. Entre otros, la política monetaria del Banco Central Europeo (BCE), el riesgo geopolítico, la respuesta de mercados financieros y de mercados energéticos. Además, el INE publicó en diciembre una bajada del 1,7% en los precios industriales. También se registró un descenso en los precios de los bienes intermediarios. Todo lo contrario a los precios vinculados al gas.

  • Tipos de interés. 

En febrero y marzo se esperan dos subidas del 0,5% para alcanzar la meta del 3,5% marcada por el BCE. Después de estos nuevos incrementos, el BCE ya ha indicado que posiblemente moderará la subida de tipos por la caía de la inflación. Estas subidas de tipos han generado una mejora en la rentabilidad de los depósitos. Sin embargo, en el resto de países europeos se paga un 73% más por los ahorros que en España. Datos como estos nos advierten del crecimiento limitado de la economía española. Una amenaza directa para la rentabilidad y solvencia de las empresas.

  • Ley concursal. 

Un alivio para muchas pequeñas y medianas empresas españolas ha sido la aprobación de la prórroga de la moratoria contable hasta 2024. Las empresas tendrán hasta el cierre de 2024 para tratar de compensar las pérdidas de los ejercicios 2020 y 2021. Por otro lado, antes de que acabe el mes de marzo debe llegar la herramienta de autodiagnóstico de la salud económica-financiera. Un mecanismo de la administración que debería arrojar luz a las organizaciones y ayudarlas a conocer de forma más óptima su estado financiero. La información siempre tiene un gran poder y es determinante para tomar decisiones en cualquier empresa. 

  • Reforma laboral. 

Se ha cumplido un año desde su entrada en vigor. Pese a este recorrido, todavía queda por ver el impacto de determinadas medidas como la implantación del contrato fijo-discontinuo en nuestro mercado laboral. En este sentido, es necesario que el Gobierno proporcione estadísticas más consistentes. A día de hoy, resulta complicado analizar los posibles cambios de tendencia en el mercado laboral. Lo que sí puede afirmarse es que este 2023 aumentan las obligaciones laborales de las empresas. Las pymes deben seguir revisando sus políticas de contratación, su sistema de registro horario o sus políticas de igualdad. En cuanto a la productividad, el último informe de Eurostat reveló que creció en 2022. Un crecimiento que se ha venido acompañando, salvo en las estadísticas de diciembre y enero, de la creación de empleo. Sin embargo, fuera de esta tasa de productividad se quedan fuera factores como los solapamientos o las ineficiencias. Finalmente, en el ámbito laboral cabe señalar la ausencia de un pacto de rentas a nivel general. El pacto de rentas es imprescindible para controlar la inflación y el tipo de interés, por lo que desde Lyseis esperamos que se alcancen a la mayor brevedad posible. Todo este entresijo laboral podría aumentar la crispación y los conflictos laborales. Un problema más que se añadiría a la complicada gestión actual de las empresas.

  • Inversión. 

La subida de los tipos de interés ha provocado un cambio sustancial en las condiciones de financiación para las empresas. Además de encarecer la deuda tipo variable, parece que las pymes se enfrentan a un recrudecimiento para refinanciar o acceder a nuevos créditos. Un aspecto positivo es que, según el Banco de España, en 2022 las empresas han conseguido obtener mayores beneficios. A pesar de que sus gastos financieros se elevaron, han crecido. Eso sí, quedándose todavía por debajo de los niveles de 2019 antes de la pandemia.